Al entrar en la torre, descubrirá una estrecha escalera del siglo XV que da servicio a los 3 diferentes pisos de la torre.
En el primer nivel, descubrimos el baño, con el mueble central que permite conservar las paredes históricas así como bóvedas auténticas del siglo XV.
En el segundo nivel, llegamos a la habitación, con una cama central llena de almacenaje, dejando que los arcos se expresen mejor. Los casquillos esculpidos que soportan las nervaduras son resaltados por una iluminación de fondo.
En el último nivel se encuentra la sala de estar y la cocina, con una magnífica vista sobre los tejados de la ciudad rosa y en muy buen tiempo sobre la cadena de los Pirineos.